
Lo que paso en Sucre, demuestra que todavía hay gente tan conservadora y melancólica que vive recordando la época colonial, orgullosa aún de su sangre española (si es que todavía la tiene) sintiéndose parte de esa cultura andaluz que se encuentra al otro lado del continente, atravesando un mar, a kilómetros de distancia. Se conforman con criticar los 500 años de retraso y sumisión en la que vivieron muchos sectores del país. Claro es fácil hacer esa observación desde sus lujosas haciendas, mansiones, departamentos, casas, a lo largo y ancho del país.
Rubén Costas (prefecto de Sta Cruz), Branco Marinkovic (presidente del comité cívico de Sta. Cruz. ), parte del agro e intereses económicos y políticos muy grandes se han convertido en el principal fuerte de oposición en Bolivia a los cambios que se puedan hacer en salud, seguridad social, administración de recursos naturales (gas, petróleo) y la explotación de la siderurgia (el cerro del mutúm, que luego de una batalla política pudo ser aprobada). Seguimos viendo a sus representantes en el senado que actualmente se encuentra en su poder con Oscar Ortiz (representante de la burguesía agropecuaria) quien no se canso de felicitar a su predecesor José Villavicencio (también representante del partido conservador Podemos).
Esta fracción es la que pretende llevar adelante los estatutos autonómicos en el país, con el apoyo de Manfred Reyes (Prefecto de Cochabamba, ex aliado político de Sanchez de Lozada), Mario Cossio (Prefecto de Tarija, ex miembro del MNR y miembro del gobierno de Sanchez de Lozada, declarado actualmente independiente) Jose Luis Paredes (Prefecto de La Paz, ex MIRista y actualmente apadrinado por la derechista Podemos). Los patrocinadores del estatuto Branco Marinkovic y la Nazi-on Camba, con su máximo representante Carlos Dabdoub hicieron sus buenos oficios en el conflicto entre La Paz y Sucre, alentando al racista comité inter-institucional de Chuquisaca (alcaldesa Aidee Nava y el rector Jaime Barrón entre otros) a exigir el traslado de la sede de gobierno de la plaza Murillo hasta el mismísimo corazón de Sucre (edificios y todo).
La dictadura de la media luna (de la que forman parte también cívicos y los prefectos Ernesto Suárez y Leopoldo Fernández de Beni y Pando respectivamente), se atrincheró en el referéndum autonómico y en instituciones que ellos mismos han creado como el Concejo Nacional por la Democracia (Conalde) que son expresiones del autoritarismo y el temor de los privilegiados y poderosos (política y económicamente) de Bolivia.

Muchos apostamos por terminar con la pobreza y la desigualdad social en Bolivia, que ha sido el principal negocio y sustento de gobiernos pasados relacionados implícitamente con sectores de derecha los más conservadores y ricos del país que justamente son los primeros en oponerse a cualquier cambio y reestructuración del poder.