viernes, 7 de septiembre de 2007

La vieja técnica de la Sucesión Constitucional

En nuestro país a veces parece que todo esta hecho para regresar al mismo lugar, nada cambia todo sigue igual. Luego de un manejo senil y timorato de Carlos Diego Mesa Gisbert como presidente de la República, la sucesión constitucional para el cambio de presidente, caería justamente en las manos de un militante del MiR: Hormando Vaca Diez, y que más podíamos esperar de él. Finalmente le sucedió Eduardo Rodríguez Veltzé en la primera magistratura.

En las noticias pude escuchar las denuncias del actual gobierno respecto a un plan que venía nada más y nada menos de Nazi-on Camba, y es que esta asociación anti patria y anti nación (anti-todo), debería provocar en todos un sentimiento de indignación y rechazo total por las intenciones separatistas y antidemocráticas que quieren ejercer en el país, y que ya se vienen trazando desde hace tiempo.


Los bastiones de los sectores conservadores de Bolivia atrincherados en las prefecturas y comités cívicos buscan restaurar lo que a su forma de ver y percibir, es la pérdida de su democracia, perder los beneficios y favores del poder judicial, perder senadores corruptos que están a favor de inescrupulosos terratenientes, perder los ingresos generados por hidrocarburos, minería, y a futuro las ganancias que vendrán del hierro.

No suena ilógico ni alocado, es más bien razonable pensar que el mando del país por la sucesión constitucional llegaría hasta el presidente del senado que se constituye en un instrumento de los conservadores Poder Democrático Social (podemos) de Jorge Quiroga y UN (unidad nacional) de Samuel Doria Medina (ex correligionario del MiR). Otro ex MiRista es Pepe Lucho Paredes actual prefecto de La Paz, en esta oportunidad llegó a la prefectura siendo apadrinado por podemos. Ambos frentes tienen en sus filas a políticos, empresarios y dirigentes cívicos de gestiones pasadas.


Todo un círculo vicioso que al final nos lleva a lo mismo.