miércoles, 29 de octubre de 2008

De ladridos y mordidas, si Pando fue así como será Santa Cruz?

Luego de muchos años de comodidad, favoritismo político, y beneficios del odiado centralismo (sí! que ha dejado muchos beneficios a los supuestos autonomistas) finalmente el reinado de Leopoldo Fernández en el departamento de Pando ha llegado a su final, a pesar del apoyo incondicional de sus amigos y aliados (Rubén Costas, Suarez Satori, comité cívico de Santa Cruz, etc) a pesar de los intentos de nuestra justicia por tratar de absolverlo de toda responsabilidad y así evitar un proceso en su contra, a pesar del drama mediático montado por medios de comunicación como Unitel o RedUNO (canales que están en manos de empresarios de oriente).



Las pruebas presentadas por el gobierno, han hecho evidente la participación activa de familiares o amigos de Fernández en la distribución de recursos económicos destinados al desarrollo regional, podríamos presumir que el retraso existente en el departamento de Pando se debe a una mala administración de dinero; una vez más otra prueba del beneficio del centralismo para esos golosos autonomistas (talvez autonomista quiere decir “siempre quiero más y más y más….”.



La reflexión inmediata me lleva a pensar, si Pando era el feudo de una sola persona, entonces como será Santa Cruz?. Recordemos que en Santa Cruz existen grupos de extrema derecha (especialmente destacan los descendientes de croatas) como la nazi-on camba, o la union juvenil cruceñista, sin olvidar al elitista comité cívico, acaso podríamos imaginar las dimensiones del aparato prefectural montado para beneficiar a un gran número de instituciones, empresas o canales de televisión? Ahora vemos que Rubén Costas solo ladraba pero no mordía , posiblemente tuvo la idea de ser el próximo visitante en la cárcel de San Pedro?.



Hablando de ladridos y mordidas me viene a la mente la imagen de esos pequeños “ch’apicitos” que a diario nos deleitan con sus ocurrencias en los barrios de la ciudad, bueno para los entendidos en la materia que disfrutan de las historias de reencarnación talvez podríamos imaginar a Ruben Costas reencarnando en uno de esos pequeñines, acaso nos resultaría amistoso y amable? Supongo que al final de este episodio perro que ladra no muerde.


Por ahora la tormenta ha calmado, pero aún quedan asuntos pendientes