martes, 4 de marzo de 2008

Racismo Autonomía y Dictadura

Discriminar y ofender a los demás se ha convertido en estos últimos años, especialmente desde que Evo Morales es presidente, en parte de lo cotidiano. No debemos olvidar que tiempo atrás en Oriente se guardó, se guarda y actualmente salta a la luz, el odio que tienen sectores acomodados nacionales o extranjeros, hacia todo lo que venga del occidente del país. Los insultos y las agresiones verbales no faltan y se han convertido en el denominativo principal que utilizan ciertas logias y grupos en Santa Cruz, Beni y Pando, si bien es cierto que muchos tienen rasgos europeos también hay de los que guardan rasgos indios (mestizos). Hay cosas que pasan de lo incomprensible y rayan en lo absurdo de la estupidez humana, como las declaraciones hechas a la BBC de Londres en 2005, donde un individuo afirmaba a la sorprendida periodista que en el oriente del país, ellos son de otra raza.


Lo que paso en Sucre, demuestra que todavía hay gente tan conservadora y melancólica que vive recordando la época colonial, orgullosa aún de su sangre española (si es que todavía la tiene) sintiéndose parte de esa cultura andaluz que se encuentra al otro lado del continente, atravesando un mar, a kilómetros de distancia. Se conforman con criticar los 500 años de retraso y sumisión en la que vivieron muchos sectores del país. Claro es fácil hacer esa observación desde sus lujosas haciendas, mansiones, departamentos, casas, a lo largo y ancho del país.


Rubén Costas (prefecto de Sta Cruz), Branco Marinkovic (presidente del comité cívico de Sta. Cruz. ), parte del agro e intereses económicos y políticos muy grandes se han convertido en el principal fuerte de oposición en Bolivia a los cambios que se puedan hacer en salud, seguridad social, administración de recursos naturales (gas, petróleo) y la explotación de la siderurgia (el cerro del mutúm, que luego de una batalla política pudo ser aprobada). Seguimos viendo a sus representantes en el senado que actualmente se encuentra en su poder con Oscar Ortiz (representante de la burguesía agropecuaria) quien no se canso de felicitar a su predecesor José Villavicencio (también representante del partido conservador Podemos).


Esta fracción es la que pretende llevar adelante los estatutos autonómicos en el país, con el apoyo de Manfred Reyes (Prefecto de Cochabamba, ex aliado político de Sanchez de Lozada), Mario Cossio (Prefecto de Tarija, ex miembro del MNR y miembro del gobierno de Sanchez de Lozada, declarado actualmente independiente) Jose Luis Paredes (Prefecto de La Paz, ex MIRista y actualmente apadrinado por la derechista Podemos). Los patrocinadores del estatuto Branco Marinkovic y la Nazi-on Camba, con su máximo representante Carlos Dabdoub hicieron sus buenos oficios en el conflicto entre La Paz y Sucre, alentando al racista comité inter-institucional de Chuquisaca (alcaldesa Aidee Nava y el rector Jaime Barrón entre otros) a exigir el traslado de la sede de gobierno de la plaza Murillo hasta el mismísimo corazón de Sucre (edificios y todo).


La dictadura de la media luna (de la que forman parte también cívicos y los prefectos Ernesto Suárez y Leopoldo Fernández de Beni y Pando respectivamente), se atrincheró en el referéndum autonómico y en instituciones que ellos mismos han creado como el Concejo Nacional por la Democracia (Conalde) que son expresiones del autoritarismo y el temor de los privilegiados y poderosos (política y económicamente) de Bolivia.


La punta de lanza de este mini-régimen son sus juventudes cruceñistas, un grupo de neo nazis dispuestos a apalear a cualquiera que se interponga en su camino, basta recordar las imágenes que fueron transmitidas por televisión, que muestran a un hombre siendo humillado y golpeado. La mejor forma de transmitir propaganda política de esta mini dictadura, es controlar ciertos medios de comunicación para llevar hacia los rincones más alejados del país noticias e información parcializada, entre sus medios bandera: (televisión) unitel, red uno.


Muchos apostamos por terminar con la pobreza y la desigualdad social en Bolivia, que ha sido el principal negocio y sustento de gobiernos pasados relacionados implícitamente con sectores de derecha los más conservadores y ricos del país que justamente son los primeros en oponerse a cualquier cambio y reestructuración del poder.